Llevo dos años casada. Pensé que quería tener un bebé pronto, pero mi marido no podía llevarme. Estaba muy desanimada. Me estaba masturbando con mi frustración, pero estaba tan absorto que olvidé abrir la ventana, y el padre del conserje fue testigo de mi apariencia vergonzosa. Dos personas que nunca deberían haberse conocido desarrollarán fuertes sentimientos tras presenciar esta escena de masturbación.